Una impresora más arreglada y otro cliente satisfecho.
El fallo que presentaba era el que imprimía un documento entero, pero al segundo documento que se le lanzaba ya no imprimía, se le reparó el solenoide y la impresora como nueva.
“No temo a los ordenadores; lo que temo es quedarme sin ellos”
– Isaac Asimov
– Isaac Asimov
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